21 ago 2011

* Escena Ciudad de Cenizas*


*Después de la Corte Seelie*

- ¿Qué haces?

Clary cerró el teléfono de golpe y lo dejó caer sobre la cama.

- Nada. Mirando la hora.

-Hay un reloj junto a la cama - indicó Jace- . Llamabas al mundano, ¿verdad?

- Se llama Simon - Clary hizo una bola con la remera de Jace - Y no tiene por qué portarte como un cabrón con él todo el tiempo. Te echó una mano más de una vez.

- Y ahora te sientes culpable porque ha salido huyendo - afirmó Jace - Yo no me molestaría en llamarlo. Estoy seguro de que te está evitando.

Clary intentó disimular la cólera en su voz.

- ¿Y tú lo sabes porque como son tan íntimos...?

- Lo sé porque vi la expresión de su rostro antes de que se largara - respondió Jace - Tú no. No lo estabas mirando. Pero yo sí. 
[.....]

- Es culpa tuya - exclamó de improviso, mientras la ira se le acumulaba en el corazón - . No deberías haberme besado de ese modo.

Él apoyado contra el marco de la puerta, rápidamente se irguió muy tieso.

- ¿Cómo debería haberte besado? ¿Te gusta de otra manera?

- No. - Las manos le temblaban sobre el regazo.[...] - Simplemente no quiero que me beses.

- A mi no me pareció que tuviesemos mucho para elegir.

- ¡Eso es lo que no comprendo! - estalló Clary - ¿Por qué te hizo besarme? La reina, quiero decir. ¿Por qué obligarnos a hacer... eso? ¿Qué placer puede haber sacado?

- Ya oíste lo que dijo la reina. Pensó que me estaba haciendo un favor.

- Eso no es cierto.

- Si lo es. ¿Cuántas veces tengo que decirtelo? Los seres mágicos no mienten.
[.....]

- Pues entonces se equivocaba.

- No se equivocaba - El tono de Jace era amargo - Vió cómo yo te miraba, y tú a mi, y Simon a ti y nos pulsó como los instrumentos que somos para ella.

- Yo no te miro - susurró Clary.

- ¿Qué?

- He dicho que yo no te miro. - Separó las manos que había tenido entrelazadas sobre el regazo. [...] - Al menos intento no hacerlo.
[...]

- ¿Por qué?

- ¿Por qué crees? - Las palabras fueron apenas un susurro.

- Entonces, ¿por qué? - La voz del muchacho temblaba - ¿Por qué todo esto con Simon, por qué sigues apartándome, no me dejas estar cerca de ti...?

- Porque es imposible -contestó ella, y la última palabra surgió como una especie de gemido, a pesar de sus esfuerzos por mantener el control - ¡Lo sabes tan bien como yo!

- Porque eres mi hermana. - repuso Jace.

Ella asintió sin hablar.

- Posiblemente - siguió Jace - ¿Y por eso has decidido que tu viejo amigo Simon resulta una buena distracción?

- No es eso - respondió ella - Quiero a Simon.

- Como quieres a Luke - replicó Jace - . Y de la misma forma que quieres a tu madre.

- No. - la voz de la muchacha era tan fría y afilada como un carámbano -. No me digas lo que siento.

Un pequeño músculo dió un tirón en la comisura de la boca de Jace.
- No te creo. - [...]

- Jace - dijo - ¿Por qué me haces esto?

- Porque me estás mintiendo. Y porque te estás mintiendo a ti misma.

Algo dentro de Clary se rompió, y las palabras salieron en tropel.

- ¿Y qué quieres que te diga? ¿La verdad? ¡La verdad es que quiero a Simon como debería quererte a ti, y desearía que él fuese mi hermano y tú no lo fueses, pero no puedo hacer nada al respecto y tampoco puedes tú! ¿O es que tienes alguna idea, puesto que eres tan condenadamente listo?

[...]

Clary hizo un esfuerzo para recuperar la serenidad.

- Jace, lo siento, no era mi intención...

- No. No lo sientes. No lo sientas.

Avanzó hacia ella casi tropezándose con sus propios pies; Jace, que jamás daba un traspié con nada, que jamás efectuaba un movimiento desgarbado. Las manos del joven se alzaron para sostenerle el rostro. Clary sintió calidez de las yemas de los dedos, a milímetros de su piel; supo que debería apartarse, pero se quedó paralizada, con la mirada clavada en él.

- No lo comprendes - farfulló Jace y la voz le tembló - , nunca he sentido algo así por nadie. No creía que pudiera. Pensaba... por el modo en que crecí... mi padre...

- Amar es destruir - repuso ella como aturdida - . Lo recuerdo bien.

- Pensaba que parte de mi corazón estaba roto - continuó él [...] - Para siempre. Pero tú...

Este contenido pertenece al libro Cazadores de Sombras "Ciudad de Cenizas" de Cassandra Clare.
Todos los derechos son de esa mágica mujer.